lunes, 23 de agosto de 2010

Soy Gitano

In my opinion;

Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar

(Martin Niemoller)

Al contrario de lo que parece, con esto no pretendo hablaros ni del nazismo, tampoco sobre comunistas, ni tan siquiera sobre judios o socialdemócratas. Intento, al igual que hizo Niemoller con esas palabras, hablaros de injusticias, o mejor, de cómo las sociedades hemos de frenarlas. Muchas palabras he escrito ya, y aún no he dicho lo que quería. Así que hayá voy, pretendo hablaros sobre las deportaciones de gitanos en Francia.

Ni el Derecho ni el humanismo amparan estas acciones, que se justifican por tanto en motivos puramente politicos/electorales. El presidente Nicolas Sarkozy no gozaba de gran popularidad, así que pensó el muy ilustrado, ¿y si atacando a una minoría contento a la mayoría? Y así hizo. Señaló a un grupo de gitanos, y los expulsó de Francia.

Ante esto, la popularidad de Nico subió, creciendo también así la estupidez de los franchutes, ya que al parecer, deportar a personas legalmente establecidas, en ese país es popular.

En el resto de Europa, al igual que en Francia, nadie hace nada. Muchos podrían decir c,est la vie, pero no, así no es la vida, los ciudadanos no podemos permanecer inmóviles a los ataques de las alimañas con traje, corbata y un puesto en el Parlamento, debemos actuar.

Y s'il vous plaît, espíritu crítico, es pi ri tu cri ti co!!...y solidaridad!

sábado, 21 de agosto de 2010

Mi vida sin Dios II

In my opinion;

Pasa el tiempo y aún no les he echado de menos, ya los olvidé, sobre todo a el, a Dios. En todas estas semanas es hoy la primera vez que lo nombro. Desde aquel día soy hombre libre de ataduras morales, ya no cometo pecado cuando le susurro a mi casada vecina, !!mozaaa que buenas uubres tieneess!!

Así que, libre y valiente soy ahora, ya ninguna Iglesia tiene autoridad para eregirse en mi educadora moral, no son ejemplo de nada. Hoy no espero que ningún Dios me resuelva mis problemas, me enfrento a ellos con valentia.

Supongo, que desde el principio los humanos hemos sentido la necesidad de creer en la existencia de algo superior, con poder para protegernos, intervenir en nuestros problemas y solucionarlos, un ente todopoderoso en el cielo que nos arregle nuestras chapuzas en la tierra. Hemos necesitado una justificacion para nuestro buen comportamiento, el cielo.

Evidente es entonces que esa vida más allá de la muerte ha sido la excusa perfecta para mantenernos borregos, eso de, “si no te comportas como yo digo, estarás pecando, y si pecas no vas al cielo, sino al infierno”. Y con este rollo patatero las religiones, y algunos más, se han asegurado el puesto más alto en la jerarquía de la vida.

Comienzo un nuevo tiempo en el que prometo no ser supersticioso, ni temeroso a vivir, y en el que prometo respetar a aquellos que piensen y crean diferente a mi. Así también, prometo no olvidar mi código sagrado, aquel que me enseñaron mi padre y mi madre.

"Grandes afirmaciones necesitan de grandes explicaciones" (q-illo)

viernes, 6 de agosto de 2010

Mi vida sin Dios I

In my opinion;

Hace semanas que eché de casa a Dios, Jesús, la virgen María, y a los tres Reyes Magos con sus tres camellos, sí, los eché de casa y de mi vida.

Ahora me siento como perdido, con miedo, pues ya no tendré esa sensación de que algo superior a mi me protege, no podré esperar un milagro en tiempos de problemas. ¿ A quién pediré ahora que me ayude a aprobar el carnet de conducir? ¿A quién rogaré para que en diciembre me toque “el gordo” de la lotería? ¿Cómo afrontaré mi vida ahora? Y lo más importante... ¿Podré salir de fiesta en Navidades?...no lo sé.

Días después...

Hace ya varios días que se fueron de casa, no sé nada de ellos. Pero si sé que ya no tengo miedo, ni estoy perdido, encontré el camino, en mí.

Continuará...