In my opinion;
Érase una vez un hombre gris... y aunque parece que todo está dicho ya, su historia merece ser contada.
Madrugaba, iba al trabajo, trabajaba y trabajaba, volvía a casa, cenaba, leía El Quijote y dormía. Algún que otro domingo, bajaba al bar de la esquina y tomaba café, sólo, solo.
El hombre estudió porque sí, sin interés ni pasión, como su vida...
Trabajó porque sí, sin esfuerzo y con desidia.
Se casó porque sí, sin felicidad.
El hombre fue padre porque sí, sin quererlo demasiado, como a su vida...
Segismundo López López, que así se llamaba, vivió una triste y aburrida vida. Murió hace ya años, mientras leía El Quijote.